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El riego y la hidratación de las hojas


En todos los tipos de riego, siempre que sea posible, se recomienda evitar mojar las hojas.

Tipos de riego

Riego Abundante: se refiere a proporcionar suficiente agua a fin de mantener el sustrato entre un 70 y un 80 % de humedad. Si bien puede encharcarse en el momento del riego, este exceso de agua debe drenar rápidamente y dejar el sustrato bien mojado. Este tipo de riego suele realizarse diariamente o cada dos días, dependiendo del calor y el contenedor de la planta. Se recomienda para ciertas especies que están expuestas a sol directo en épocas de calores intensos. Suele aplicarse para riego de césped, en la huerta para especies que requieren sol directo, entre otras.
Riego Moderado: se refiere a proporcionar suficiente agua a fin de mantener el sustrato entre un 40 y un 60% de humedad. Siempre se debe evitar encharcamiento durante el riego. Este tipo de riego suele realizarse cada 4 o 5 días, dependiendo del calor y el contenedor de la planta. 
Riego Escaso: se refiere a proporcionar suficiente agua a fin de mantener el sustrato entre un 20 y un 30% de humedad. Siempre se debe evitar encharcamiento durante el riego. Este tipo de riego suele realizarse una vez por semana, dependiendo de la humedad del sustrato al momento de regar, del calor y el contenedor de la planta. Este tipo de riego suele utilizarse en plantas de interior, cactus y suculentas en general. Ya que estas últimas almacenan reservas de agua en sus órganos para sobrevivir terrenos àridos.



Acerca de mojar las hojas.
Como se menciona al principio, siempre es recomendable evitar mojar las hojas  durante el riego. Esto no significa ser obsesivo a la hora de evitarlo, de hecho las plantas de exterior son sometidas a las lluvias y no son afectadas significativamente. Tener ciertos cuidados en este aspecto contribuye a evitar riesgo de que las hojas se pudran aunque no siempre suceda. En otras palabras, no es bueno que las hojas permanezcan empapadas por mucho tiempo. Controlar este aspecto es más que suficiente para protegerlas. No obstante, existen especies en las que se recomienda mantener las hojas húmedas (no mojadas) a fin de evitar que se resequen y se pongan marrones. Esto suele aplicarse a algunas plantas de interior donde el clima del ambiente suele ser inferior al 70% de humedad promedio. En este caso se puede utilizar un paño humedo o rociar las hojas con un pulverizador logrando la menor formación de gotas posible. En caso de utilizar pulverizadores reciclados del hogar, se advierte lavarlo muy bien, a fin de evitar que ciertos químicos que contuvo el envase, contamine el agua y termine matando a la planta. Las carpscaras de plátanos también son una buena alternativa para humedecer las hojas limpiarlas y darle brillo, simplemente pasando la parte interna de la cascara por las hojas de las plantas.

Ejemplos visuales de todo lo descrito:

Riego abundante: 








Riego moderado:








Humedecer las hojas:














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